viernes, 25 de diciembre de 2015

Carta para ti (Nº5)

Hola (resopla) hace mucho que no escribía por aquí; por aquí y por cualquier otro lado. Para qué ¿verdad?

No escribo por escribir, y no pienso por pensar. Para mi hacer esto es un problema (vuelve a resoplar), porque implica que la realidad es imperfecta.

Hesse lo llamó el estigma de Caín; yo lo llamo putada.

Pero los buenos de las farmacéuticas y psiquiatras han desarrollado pastillitas para no soñar, para que nuestro sistema neurosensitivo quede en un segundo plano, latente. ''¡Ya no hace falta reprimir ningún sentimiento! ¡Señores, os traemos el nuevo XXXX con más químicos que inhiben el cerebro, y con más dopamina para que te sientas lleno de vitalidad!'' Por favor, que alguien de las gracias a esta buena gente por quitarnos tantas y tantas aprensiones y preocupaciones vitales.

En realidad deberíamos dedicarnos a lo que somos: sismófragos; aparatitos con capacidad de percibir los matices más pequeños del entorno. Cuando solo conoces a uno de estos, y ves que salta, que sus marcadores se disparan, piensa que los demás sismógrafos saltan, aunque tu no los conozcas. Y si lo hacen es porque algo se está haciendo mal.

Con cariño,
cualquiera